Alejandro Ramírez, el escultor detrás de las Malditas Emociones

Alejandro Ramírez, un joven visionario y luchador, administrador de empresas de profesión, pero escultor de corazón.

Es el artista detrás de las icónicas esculturas de rostros en resina denominadas “Malditas Emociones”.

Gracias a una entrevista cortesía de la Universidad de Cundinamarca, en LaBalsaDiversa.com te contamos cómo surgió este escultor, su evolución y todo su proceso creativo.

¿Por qué escultura?

No sabría en que momento empezó todo, lo único que yo sé, es que a mi siempre me gustaron las esculturas.

Una vez estábamos en el Potosí con Katherine y llevaron las esculturas que estaban en el Parque Central de Fusa, entonces yo las miré y le dije a ella yo soy capaz de hacer algo así, ella se rió obviamente..

Es más nunca me había visto hacer algo así, por ello yo le dije: ¿Cuánto apostamos a que si? Y apostamos.

Entonces le dije, cómprame parte de los materiales y la escultura que yo saque te la regalo, y así fue; la primera, que al principio se llamaba vergüenza, es de ella, cuando se la entregue se sorprendió. Pensó que yo iba a hacer un envueltico con forma.

Pero estando en mi habitación, que era mi taller cuando vivía en Fusagasugá (Colombia) yo en esas ideas locas en las que andaba y pensando en razones que no encontraba, empecé a fabricar una escultura y lo que sentía en ese momento era algo similar a vergüenza y dije, ya no quiero sentir eso; empecé a fabricar esa escultura y ese fue el porqué empezó todo, porque me sentía así y quería salir de eso.

Alejando R.

Inspiración

Evidentemente, un artista nace por el poder que tiene de tomar la iniciativa de hacer algo en lo que quizá pueda destacar. Aunque al principio la duda y la frustración son el matiz principal.

Pero lo que identifica a un artista, es que ama lo que hace y más allá del inexorable universo de las posibilidades, decide creer. Mantiene esa llama de la creatividad inspiradora, aquella que ha visto brillar grandes genialidades en el transcurso de la civilización.

Esa escultura (imagen anterior) la hice en 2016 y en el 2017 hice otras dos, que se llamaba Arrogancia y la tres, que es Desesperación, arrogancia es donde el personaje está serio y la 3, desesperación, es donde aparece gritando,.

Luego, empecé a hacer la número 4, que esa nunca tuvo nombre y desde ahí empezaron a no tener nombre, esa venía con brazos, estuvo en mi habitación tres años, hasta que llegó la pandemia y nosotros nos vinimos para Arbeláez y como no me cupo en el carro completa, la tuve que amputar y se convirtió en la escultura como es ahorita, como tal se adaptó a las circunstancias, porque en verdad estuvieron muchos años en plastilina.

Las tres primeras alcanzaron a ir a Bogotá a exposiciones en el Colombo americano unos seis meses, también fueron a la Universidad de Cundinamarca.

Pero fue hasta la pandemia y la cuarentena que pude dedicarle tiempo completo y terminarlas en un material mas noble, en este caso la resina. Además lo mezcle con diferentes granitos y piedritas para dejarlas como son actualmente, porque ese es el final que les quiero dar. No quiero utilizar bronces, metales ni nada parecido, mi material final es la resina.

Alejandro R.

Simbolísmo

Un artista siempre tiene una perspectiva simbólica de su arte, ya sea expresar, sentir, evocar, proyectar, criticar, moldear, educar, pero siempre hay un trasfondo. Más allá de si existe o no una inspiración es irrefutable la existencia de una emoción o sensación al interactuar con una obra. Éste fue el gran dilema de Alejandro Ramírez, porque al principio buscó identificar cada obra con una emoción específica.

Posteriormente, percibió que en una sola obra se reflejan un sinfín de matices emocionales, que no permiten encasillarla en un solo baúl. Más aún cuando cada persona vive una experiencia emocional e intrínseca diferente con la obra.

Alejandro de la plastilina a la Resina

Los moldes para los bustos están conformados por dos partes de materiales diferentes. El primero es la silicona, que es la que obtiene todo el detalle y registro de la escultura. La otra parte, está hecha de vidrio y resina, que es más rígido, encargado de darle la solidez para que mantenga la forma de la escultura original. Ya dependiendo de la complejidad así será la cantidad de piezas que tendrá el contra molde.

Es importante que si van a trabajar con plastilina y con siliconas, averigüen la ficha técnica de la plastilina o de la arcilla. Puesto que, muchas de las siliconas se inhiben al contacto con ciertos componentes.

Como mi plastilina está hecha a base de azufre, solo utilizó silicona a base de estaño. Ésta no se inhibe al contacto y seca, sin embargo hay que agregarle otro químico especial para espesarla.

Para que la estructura no vaya a quedar deforme, se utilizan guías para que se ajusten al contra molde.

Alejando R

Tal como en la poesía existen estructuras, en la música géneros y en la sociedad creencias, en la escultura predominan las técnicas. Un artista tiene dos opciones, aprender de otros o incursionar por sí mismo, allí es donde se descubre si realmente una disciplina te apasiona. Una obra de arte, no nace de la noche a la mañana.

Por el contrario, debe pasar por un proceso de intento tras intento en la búsqueda de la perfección desde los límites de lo humanamente posible.

Por cierto ¿Será que una obra creada por una máquina podría considerarse arte? Sabiendo que el arte hace parte de las disciplinas propiamente humanistas.

Alejandro y Malditas Emociones

Mi proyecto es un trabajo muy personal, mis esculturas no son solo esculturas, son como un fragmento que se desprende de mí. Se llama malditas emociones porque no las entiendo, eso me frustra.

Entonces, por eso las maldigo desde su nombre y desde ahí las saco y a modo de catarsis las petrifico. Me gusta creer que están ahí y que ya no están en mí.

Alejandro R.

¿El ser humano es capaz de sentir una sola emoción a la vez?

No, exacto. El ser humano es ambiguo, puede estar feliz y triste, el está enojado y triste. Entonces como yo podría enmarcar una escultura en una sola emoción. Simplemente no puedo hacerlo.

También, me dí cuenta que cuando las personas observaban mi obra, no podían dialogar correctamente con ella. Además caían en el sesgo del nombre y cuando me preguntaban el nombre de la obra y yo se los decía comentaban, “No, pero yo siento otra cosa”, “Que tal si…”:

Por el contrario, si uno le dice a la persona que la escultura tiene un número, se libera del prejuicio. El público puede decidir cual es el nombre y tomar una elección según sus propias experiencias. Por esa razón, no tienen nombre mis esculturas y empiezan desde la 1 hasta que me muera. No se cuando voy a terminar de hacer mi obra malditas emociones.

Malditas emociones solo habla de mi, de alguna manera es medio fanfarrón, pero es algo muy personal que tampoco pretendo que todas las personas lo entiendan, no tienen porque entenderlo, porque el arte no es para que le guste a todo el mundo, el arte simplemente es para expresar, y expresar qué, pues lo que quiera el artista, todos pueden expresar lo que se les de la gana, es más, hasta un billete de 2.000 pesos colombiano en su reverso, que los invitó a que lo lean, dice según Debora Arango: “El arte está por fuera de todo círculo moral, el no circula dentro de esos parámetros”.

Alejandro R.

Un artista es como como una estrella fugaz, en un universo de estaticidad y normas, que de un momento a otro deslumbra con su estela creativa. Un artista es un alma proyectándose y dejando una huella que perdura en el tiempo.